LOS AIRES DEL CABALLO.
Sobre este tema hay multitud de artículos que nos hablan de ellos.
Existen tres aires principales, paso, trote y galope, que a su vez se
subdividen en otros que en función de las características.
Para conocerlos, lo mejor es acudir a la definición que hacen
de estos los reglamentos de las diferentes disciplinas deportivas y en
especial el Reglamento de Doma Clásica.
EL PASO
El paso es un aire marchado en
cuatro tiempos marcados con regularidad. Esta regularidad, junto con una total
relajación debe ser mantenida en todo el trabajo al paso.
Cuando las batidas del anterior y
posterior de un mismo lado se acercan, el paso tiende a convertirse en un
movimiento casi lateral. Esta irregularidad que puede llegar a la ambladura es
un grave deterioro del aire del paso.
Se distinguen los siguientes pasos:
Paso medio, Paso reunido, Paso largo y Paso libre.
Paso medio.
Es un paso claro, regular y suelto
con una amplitud moderada. El caballo, permaneciendo “en la mano” marcha
enérgicamente relajado, con pasos iguales, y decidido. Los cascos posteriores
pisan delante de las huellas de los anteriores. El jinete mantiene un contacto
ligero, suave y estable con la boca de su caballo, permitiendo el movimiento
natural de cabeza y cuello.
Paso reunido.
El caballo permaneciendo “en la
mano” marcha resueltamente hacia adelante, con el cuello elevado y arqueado y
mostrando claramente que se sostiene por sí mismo. La colocación de la cabeza
se aproxima a la vertical, manteniendo un contacto ligero con la boca. Los posteriores
se remeten con buena acción de los corvejones. El aire del caballo permanece
“marchado” y enérgico, con una sucesión regular de las pisadas. Cada paso cubre
menos terreno y es más elevado que el paso medio, porque la flexión de todas
las articulaciones es más marcada. El paso reunido es más corto que el paso
medio, pero es más activo.
Paso largo.
El caballo cubre el mayor terreno
posible, sin precipitación y sin perder la regularidad de las pisadas, los
cascos posteriores sobrepasan claramente la huella de los anteriores. El jinete
permite al caballo extender su cuello y adelantar la cabeza, pero sin perder el
contacto con la boca y el control de la nuca del caballo.
Paso libre.
El paso libre es un aire de descanso
en el que se da al caballo entera libertad para bajar y extender su cabeza y
cuello.
El terreno que cubre y la longitud
de los pasos, con los cascos posteriores sobrepasando claramente la huella de
los anteriores, es un aspecto esencial de la calidad del paso libre.
EL TROTE.
El trote es un aire en “dos tiempos”
por bípedos diagonales alternos (anterior izquierdo y posterior derecho y
viceversa) separados por un tiempo de suspensión.
En el trote los trancos deben ser
sueltos, activos y regulares.
La calidad del trote se juzga por la
impresión general, la regularidad y elasticidad de los trancos, la cadencia y
la impulsión, incluidos el trote reunido y los alargamientos. Esta calidad es
consecuencia de un dorso flexible y un buen remetimiento de posteriores, y de
la capacidad para mantener el mismo ritmo y un equilibrio natural en todas las
variaciones del trote.
Se distinguen los siguientes trotes:
Trote de trabajo, Trote reunido, Trote medio y Trote largo.
Trote de trabajo.
Es un aire intermedio entre el trote
reunido y el trote medio en el que el caballo todavía no está entrenado ni a
punto para los movimientos reunidos. El caballo presenta un buen equilibrio y,
permaneciendo “en la mano”, avanza con trancos iguales y elásticos y una buena
acción de corvejones. La expresión “buena acción de corvejones” subraya la
importancia de la impulsión que viene de la actividad del tercio posterior.
Trote reunido.
El caballo, permaneciendo “en la
mano”, avanza con el cuello elevado y arqueado. Los corvejones, bien remetidos
y flexibles, mantienen una impulsión enérgica, permitiendo así a las espaldas
manejarse con gran movilidad, y mostrando de esta forma un movimiento completamente
sostenido. Los trancos del caballo son más cortos que en los otros trotes sin perder
elasticidad y cadencia.
Trote medio.
Es un aire de amplitud moderada si
lo comparamos con el trote largo, pero más "redondo" que éste último
y sin precipitación. El caballo avanza alargando claramente sus trancos y con
impulsión procedente del tercio posterior. El jinete permite al caballo colocar
la cabeza un poco más delante de la vertical que en el trote reunido y el de
trabajo, y al mismo tiempo le permite bajar ligeramente la cabeza y el cuello.
Los trancos deben ser iguales y el movimiento en general equilibrado y
descontraído.
Trote largo.
El caballo cubre el mayor terreno
posible. Sin precipitación, alarga sus trancos al máximo, gracias a una gran impulsión
que viene del tercio posterior. El jinete permite al caballo estirar toda la
línea superior sin perder el control de la nuca, y ganar terreno. Los cascos
anteriores no deben pisar detrás de su proyección sobre el suelo. El movimiento
de anteriores y posteriores debe ser similar (paralelo) en el momento de la
extensión. Todo el movimiento debe ser bien equilibrado y la transición al
trote reunido debe ejecutarse con suavidad, desplazando más peso sobre el
tercio posterior.
EL GALOPE
El galope es un aire en tres
tiempos, en el que, a galope a la derecha, por ejemplo, los apoyos se suceden
en el siguiente orden: posterior izquierdo, diagonal izquierdo (anterior
izquierdo y posterior derecho a la vez) y anterior derecho, seguidos por un
tiempo de suspensión con las cuatro extremidades en el aire antes de comenzar
el tranco siguiente.
El galope, siempre con trancos
ligeros, regulares y cadenciados, debe iniciarse sin vacilación.
La calidad del galope se juzga por
la impresión general, la regularidad y ligereza del aire, la tendencia cuesta
arriba y la cadencia debidas a la aceptación de la embocadura con una nuca
flexible y al remetimiento del tercio posterior con una activa acción de
corvejones, así como por la capacidad para mantener el mismo ritmo y un
equilibrio natural, incluso después de una transición de un galope a otro. El
caballo debe permanecer siempre derecho en las trayectorias rectas, y
correctamente incurvado en las trayectorias curvas.
Se distinguen los siguientes
galopes: Galope de trabajo, Alargamiento de los trancos, Galope reunido, Galope
medio y Galope largo.
Galope de trabajo.
Es un aire intermedio entre el
galope reunido y el galope medio en el que el caballo todavía no está entrenado
ni a punto para los movimientos reunidos. El caballo, permaneciendo “en la
mano”, presenta un buen equilibrio natural y avanza con trancos iguales, ligero
y activo, y con una buena acción de corvejones. La expresión “buena acción de
corvejones” subraya la importancia de la impulsión que viene de la actividad
del tercio posterior.
Alargamiento de los
trancos.
El "alargamiento de los
trancos" se pide en las reprises de nivel 1 ó iniciación. Es una variante
entre el galope de trabajo y el galope medio, cuando el nivel de entrenamiento
del caballo todavía no es suficiente para el galope medio.
Galope reunido.
El caballo, permaneciendo “en la
mano”, avanza con el cuello elevado y arqueado. Los corvejones, bien remetidos,
mantienen la cadencia y una impulsión enérgica, permitiendo así a las espaldas
manejarse con gran movilidad, y mostrando de esta forma un movimiento
completamente sostenido. Los trancos del caballo son más cortos que en los
otros galopes sin perder elasticidad y cadencia.
Galope medio.
Es un aire entre el galope de
trabajo y el galope largo. Sin precipitación, el caballo avanza alargando
claramente sus trancos y con impulsión procedente del tercio posterior. El
jinete permite al caballo colocar la cabeza un poco más delante de la vertical
que en el galope reunido y en el de trabajo, y al mismo tiempo le permite bajar
ligeramente la cabeza y el cuello. Los trancos deben ser equilibrados y
descontraídos.
Galope largo.
El caballo cubre el mayor terreno
posible. Sin precipitación, alarga los trancos al máximo, manteniendo la calma,
la ligereza y la rectitud, gracias a una gran impulsión que viene del tercio
posterior. El jinete permite al caballo estirar toda la línea superior sin
perder el control de la nuca, y ganar terreno. Todo el movimiento debe ser bien
equilibrado y la transición al galope reunido debe ejecutarse
con suavidad, desplazando más peso sobre el tercio posterior.
Galope en trocado.
El galope en trocado es un ejercicio
de equilibrio y rectitud, que debe ejecutarse reunido. El caballo galopa en la
secuencia correcta en la dirección marcada por su anterior exterior con respecto
a la mano a la que galopa. Los posteriores deben seguir la trayectoria de los anteriores.
Cambio de pie simple (con pasos intermedios).
Es un ejercicio en el que después de
una transición directa de galope a paso, y de entre 3 y 5 trancos de paso
claramente definidos, el caballo ejecuta inmediatamente otra transición a
galope a la otra mano.
Cambio de pie en el
aire o cambio de pie.
El cambio de pie en el aire se ejecuta
cambiando los anteriores y posteriores en el mismo momento. El cambio del
anterior y posterior de la mano a la que se cambia se produce en el tiempo de
suspensión. Los cambios de pie en el aire también pueden ejecutarse en series
cada cuatro, tres o dos trancos, o al tranco. Aun en las series, el caballo
debe permanecer ligero, tranquilo y derecho, con una impulsión siempre activa,
manteniendo el mismo ritmo y el equilibrio durante toda la serie. En los
cambios de pie en el aire en series debe ser mantenida la suficiente impulsión
para evitar la pérdida de ligereza, fluidez y amplitud.